Las series, divino tesoro | Revista Magna

Desde la llegada de la televisión de manera masiva en el mundo, las series han ocupado un lugar importante para el público pero también para los productores y los estudios. El formato de media o una hora de la serie le permite estar presente en otros espacios como Internet.

Por Ana Virginia Lona

La serie se caracteriza por ofrecer en capítulos, de media o de una hora, un relato que suele tener una resolución al final de cada uno de ellos, aunque la mayoría de las veces tiene otro relato paralelo que continúa con y por los personajes fijos de la serie. Estos rara vez cambian de personalidad o de posición en el relato. Si lo hicieran, cambiaría el tipo de relato que narra la serie por lo que esta se desarrolla casi siempre en un presente que si no se cristaliza en un periodo de tiempo determinado, se ralentiza tanto que pareciera que el tiempo nunca pasa.

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Veo series hasta en la sopa

El lugar predilecto de una serie era la televisión. Digo “era” porque Internet ofrece actualmente un espacio virtual ideal para la proliferación tanto de “serieadictos” como de productores independientes. Es la parte democratizadora de Internet que tanto nos atrae.

La existencia de las webseries no es el fin de las series de televisión, ni tampoco de las películas. El entrecruzamiento de productos que nacieron de una plataforma y tuvieron un éxito similar en otras es bastante amplio. Los productores buscan estar presentes en todos los formatos posibles para no perder a su público: del libro o la historieta a la película y de esta a la serie, en la tele y en Internet. Este recorrido que hace el producto bien puede ser a la inversa o de otras maneras muy variadas.

Tiempo que te quiero tiempo

Las series proporcionan, sin hilar tan fino, un entretenimiento fugaz para el público que actualmente siente que no es dueño de su tiempo. Vivimos en una sociedad donde todo era para ayer, donde uno nace prácticamente con la obligación de tener el conocimiento del destino de la propia vida. En un entorno así, sentarse a ver una película de dos horas parece un desafío para la paciencia de este humano posmoderno que vive presionado para experimentar la vida en tiempos no humanos.

Según un estudio del Observatorio de la TV1, el tipo de contenido de las webseries no cambia con respecto al de las de TV aunque sí se fragmenta, se acelera el tiempo de la narración y usualmente deja abiertas las resoluciones de los relatos. Lo que cambia es el rol del público, el de la plataforma virtual es uno más interactivo. El público decide sobre el tiempo de visionado de la serie, decide sobre su tiempo. Esa es una de las razones por las que las series tienen mucho éxito actualmente en casi todas las plataformas: TV o Internet, PC o móvil.

La otra razón está relacionada con cuestiones que están detrás de las cámaras, más bien, detrás de la pluma. En los últimos años, los guionistas que tradicionalmente trabajaban para grandes producciones cinematográficas se están mudando hacia las grandes producciones televisivas. Lo que los atrae, además de los salarios, es una mayor libertad para crear contenido. El cine fue siempre un espacio cultural arriesgado, sin embargo, actualmente los estudios buscan arriesgarse cada vez menos. Por esta razón vemos recorrer por casi todos los formatos a los mismos personajes que triunfaron en alguno de ellos.

Guionistas como Scott Frank, autor de Minority Report (2002) y de The Wolverine (2013), aseguran que en el cine ya no pueden contarse historias de personas y su cotidianeidad. Según su visión, actualmente el público no le da chances a ciertas películas y ya no se puede ver tanta variedad en propuestas fílmicas de la pantalla grande2. Sin embargo, esta variedad la podemos encontrar en la televisión e Internet, lugares en los que los guionistas pueden contar toda clase de relatos, independientemente de lo que la moda dicta.

¿Solamente los jóvenes las prefieren “series”?

El público adulto también se ha volcado hacia las series de televisión -convirtiéndose esto en una tendencia mundial- lo cual impulsa a los guionistas a relatar historias con personajes que superan los 303. En algunos casos, las propuestas televisivas pensadas exclusivamente para jóvenes fracasaron4. Esto ocurre porque ellos son los que más experimentan en otras plataformas como Internet para elegir productos culturales. También porque los adultos de hoy, a diferencia de sus abuelos o bisabuelos, han crecido con la TV.

Los jóvenes son los que están más en contacto con las nuevas tecnologías audiovisuales, son los que más rápido absorben las nuevas exigencias que a cada momento de la historia presenta una sociedad. Esto es, en parte, una de las razones por las cuales los jóvenes conforman uno de los grupos que más consume series en plataformas virtuales, tanto en PC como en móviles.

Como con todo lo social que se quiera analizar, nunca hay un sólo factor: desde la perspectiva de la industria, los guiones de la TV tienen mejores propuestas y tienen mayor presupuesto; desde la perspectiva del público, las series son un entretenimiento que lleva menor tiempo que ver una película, con la TV por cable o Internet se tiene una mejor autogestión del tiempo dedicado al entretenimiento.

No se puede dejar de lado que toda la industria productora de series nos ha moldeado de manera tal que ya sabemos cómo y qué mirar cuando buscamos un producto cultural en particular. Aun así, en términos generales, el público de los productos audiovisuales tiene más herramientas, más experiencia como público tanto como para experimentar con nuevas propuestas como para decidir qué, cómo, cuándo y dónde nos entretenemos con un producto cultural. Claro que no existe la libertad total de elección pero sí es más amplia que en décadas anteriores.

Si bien los jóvenes están aprovechando las plataformas virtuales para mirar series producidas por creativos independientes, esta tendencia se irá modificando ya que el uso de la tecnología para el entretenimiento estará naturalizada conforme este hábito siga su curso con el paso de unas generaciones a otras.

Actualmente, los padres de muchos adolescentes que hoy consumen una mayor cantidad de series en Internet, han crecido con una tecnología que hoy es considerada tradicional: la televisión. Para estos padres, lo “natural” es sentarse a ver a una serie en la “tele” y para sus hijos, verla en la “compu”, en el celular o en la tablet. Las diferencias que parecen presentarse no necesariamente son superficiales pero las diferencias en las plataformas no deben dejar distraer el análisis de los contenidos que se proponen para el entretenimiento.

  1. Desafíos e interrogantes de la “cibertelevisión”: Redefiniendo la TV del futuro
  2. TV is viewed as holding more promise for screenwriters than movies
  3. The big bang of older TV viewers
  4. BBC and Channel 4 battle to keep younger viewers

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